Ahí casi 40 minutos
para enseñarnos una habitación blanca, una capilla pequeñísima y un pozo. En fin
quedé un poco decepcionada, y justo salir del pozo la nieve no parecía haber
menguado todo lo contrario empezaba a nevar con muchísimas ganas.
Después de acabar de ver el castillo y subir a la torre para hacer unas bonitas
fotos de la ciudad decidí marcharme a comer algo y a resguardarme del mal
tiempo. La nieve caía sin parar y en unos minutos el suelo quedó blanco y
resbaladizo por lo que acabé en el suelo en la dichosa cuesta abajo. Cuando
recuperé el equilibrio me fui a comer a un restaurante justo al lado del
mercadito navideño que me salió por un ojo de la cara y ya di unas vueltas para
hacer tiempo para irme a casa, pues me esperaban cuatro horas de viaje. Sobre
la 1 de la mañana llegué a Freiburg ni rastro de nieve, tendrán razón que es la
parte de Alemania que mejor tiempo hace ?!. Y con un feliz humor llegué a mi casa, pues
llegan las vacaciones de navidad y no hay nada que me haga más feliz que tres
semanas en casa. Empezamos a descontar días… 4 días !!. Y desde aquí espero que
tengáis unas felices fiestas y un feliz año nuevo!!!. Y nos vemos después de
fiestas si puede ser que no sea en un castillo Alemán!!.
lunes, 10 de diciembre de 2012
Este es un castillo alemán !!
Ya llegan las Navidades y este año el cual espero que sea el
último he decidido ir a ver los mercaditos navideños. Primero he ido a ver el
de Colmar que está a una hora de mi casa y me encantó. Una ciudad muy linda y
colorida. El mercadillo se repartía por toda ciudad que estaba repleto de
personas era imposible hasta caminar, pero lo disfruté mucho. La semana siguiente fui a ver el de Nüremberg
como está a más de cuatro horas ya me quedé a pasar el fin de semana allí. El
mercado también era muy grande y concurrido por lo que el primer día sólo tuve
tiempo de visitar el mercadillo y poco más. Al día siguiente ya me concentré
más en ver la ciudad. Por la mañana me
dirigí al castillo que no estaba muy lejos del mercadito en la plaza principal
pero la cuesta era de padre y muy señor mío y parecía no terminar nunca. Cuando
llegue arriba al castillo aún había más cuesta hasta llegar a la entrada. Una
vez allí me dirigí a la taquilla. El tipo de taquilla me dijo que la entrada incluía
una visita guiada al palacio pero que no me preocupara porque aunque la charla
era toda en alemán podía pasear por mi cuenta. No me lo pensé y me compré la
entrada. Al salir, intento entrar al
palacio y nada totalmente sellado, pues no se podía entrar sin el guía. Pregunto
por allá y me dicen que tengo que esperar en la cola. Espero, y cuando se hace
un grupo bastante abundante aparece un hombre que intuí que era el guía y nos
dejó entrar. Entramos en una sala vacía con paredes blancas. Cuando entramos
todos, el hombre que efectivamente era
el guía, nos pregunta en ingles: ¿bueno de aquí quien no sabe alemán?. Yo y
otro grupo de españoles y chinos levantamos la mano. Por lo que nos responde
muy amable él: Pues os habéis equivocado de castillo!!. Este es un castillo
Alemán y se pone a explicar el rollo a los alemanes. Bueno, yo pensé si puedo
andar por mi cuenta pues sin problema. Justo pensar eso la familia chinal se va
a una ventana a hacer fotos al exterior del castillo, cuando de repente el guía
se pone a gritar en inglés: No quiero que os separéis del grupo, estoy haciendo
mi trabajo. Los españoles estallaron en risas entre ellos y la familia chinal
se acercaron avergonzados. Poco después otro despistado como yo pues no hay ninguna
indicación abre la puerta desde fuera que daba a la sala la misma que intenté
abrir yo pero se ve que este hombre tenía más maña. Asomó la cabeza y por lo
que se ve no le debió gustar lo que vio porque dio dos pasos y enseguida dio
media vuelta para marcharse. Pero sin tiempo a reaccionar mi guía se puso a
correr detrás de él, el hombre asustado se paró y el guía le salta en inglés no
se puede dejar la sala sin el guía. El hombre se disculpó y el guía acabó
cerrando la puerta. Nuestras caras eran poemas tanto las de los inmigrantes como
la de los locales. Cuando se quedó a gusto volvió a su posición y prosiguió su
charla. Después de quince minutos interminables
de cascar, y eso que la sala estaba vacía no se que tendría que explicar tanto,
en fin el hombre decide llevarnos a una capilla enana que lo único que tenía era
un retablo en la pared y un Cristo pequeño al frente. El hombre seguía dando la
bara... perdón la charla y yo apoyada sobre la pared que daba el Cristo. Cuando
me ve que tapaba al Cristo vuelve a su sonata, muévete que no ves que no ven al
Cristo !!. Y digo yo si hasta el de mi pueblo es más grande. En fin con la
paciencia que caracteriza a un budista o alguien que vive en Alemania y no
acaba tirándose por la ventana, me aparto. Otra vez los españoles murmuraban y
sonreían entre ellos. El hombre volvió con su charla. Y los chinos totalmente
aburridos se apartaron lo justo para que no les volviera a echar la bronca y se
pusieron a hablar vete a saber qué. Cuando se gira el hombre vuelve a gritarles
silencio por favor, aquí estoy trabajando por favor déjame hacer mi trabajo.
Los españoles ya en carcajada limpia. A mí ya ni frio ni calor pues ya son casi
3 años. Al menos no le tapaba al Cristo. Después de otros aburridísimos 10
minutos explicando las tallas de madera y el Cristo que era lo único que había
gracias a dios porque vaya tostón nos hace salir a la calle. Había empezado a
nevar y el tiempo no parecía dar tregua. Cuando salimos nos lleva a una
habitación enana y un pozo que según me pareció oír superaba los 15 metros. Y
otra vez se puso a largar debía tener mucha historia el pozo porque vaya
tostón.
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