domingo, 10 de octubre de 2010

El hombre de los dos vientos

Al dia siguiente empezaba mi primer dia de trabajo. Estaba nerviosa por conocer mi nuevo lugar de trabajo y mis compañeros. Pero allí estaba él, el hombre que te hacía sentir como en casa que te daban ganas de venir en chancletas y con batín a trabajar. Su nombre era Samantha Rots. Por su nombre podeis pensar que es el típico niño de cuento, como ese con mejillas sonrosadas que fue a buscar a su madre a la Argentina, un tal... Pedro. Pero nada más lejano a la realidad. Sino más bien sería como Barney Gamble o un cerdito con la unica diferencia que en vez de cerveza bebe agua con gas, por lo que si le preguntaras Samantha vas a buscar a tu mamá te respondería con un gran y sonoro elupto, que grande eres !!. Cada mañana llega por la mañana y se abre su botella de agua con gas y se la bebe muy agusto, con una felicidad enorme. Y luego nos deleita con un sonoro elupto. Todos nos alegramos, porque sabemos que le ha sentado muy bien el agua.

Mi jefe que aún no le he visto reir ni hablar de cosas que no son referentes del trabajo, cuando escucha a nuestro compañero le consigue sacar un Oh my god y una carcajada. Lo que nadie consigue, Samantha lo hace con un solo abrir y cerrar de boca. Es un hombre de la vida, que lo da todo por los demás.

Eso sip, si entrais a su oficina evitad llevar nada inflamable que este hombre con el gas que lleva dentro nos quema el hospital. Yo creo que si se echa una llufa hasta se eleva, quien sabe a lo mejor no necesito viajar más en avión. Samantha Rots te queremos !!!

1 comentario:

  1. Jajaja Esme! Lo que me he reído con el hombre-gas! Venga va, seguiré tus aventuras alemanas que veo que te lo pasas genial.
    Un beso.

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