sábado, 1 de marzo de 2014

The end

No me entraba nada de comer, pues tenía mi presentación de doctorado justo después y estaba muy nerviosa. Después de jugar con la comida porque no me entraba ni un alfiler me fui directa a la universidad donde tenía mi tribunal. Aun quedaba más de una hora pero quería dejar todo preparado y subir mi presentación. Cuando llegue el aula estaba vacía como ya esperaba pues aun quedaba mucho para que llegaran los miembros del tribunal. Los nervios iban en aumento pero para mi sorpresa poco después llegaron mis compis de trabajo más allegados. Que ilusión me hizo pues estaba realmente nerviosa y que estuvieran allí me daba mucha más tranquilidad a la hora de enfrentarme con mi ultima presentación como estudiante de doctorado. Me dieron ánimos que me hicieron sentir más segura y sobretodo más tranquila a la espera del profesorado. Al poco rato llego mi supervisor que también quería ver la presentación seguido de los miembros del tribunal. Ya lo tenía todo preparado por lo que los salude educadamente dándoles la mano y poco después empecé mi presentación. Para mi sorpresa se me paso volando el tiempo explicando mi método. Pues quien mejor que yo para exponer un trabajo que he estado trabajando 3 años y medio?. Una vez terminado vinieron las temidas preguntas que era lo que más miedo me daba. Pero para mi sorpresa no tuve problema alguno para responderlas. Incluso en alguna bromee con el profesor que me la hizo por lo que me sentí cada vez mas segura. Los nervios se habían evaporado hasta que me hicieron salir para deliberar mi nota. Salimos todos y estaba feliz. Sabía que había ido bien además estaban mis compis allí conmigo bromeando que hacían que mis nervios fueran más livianos y llevaderos. Mientras estábamos hablando y me felicitaban por la presentación mi jefe se acerco a mí. Estaba muy frio o quizás la fría estaba yo, pero yo enseguida me volví a hablar con mis compis. Al poco rato me volvieron a llamar los profesores del tribunal para que volviera a entrar. Se acercaron a mí y me felicitaron. Ya era doctora. La felicidad me invadió, que feliz estaba. Era una sensación de felicidad única. Después de todo lo que había sufrido, lo había conseguido y mejor todavía no había tirado la toalla.  Pero aun quedaba un último paso, me dieron unas modificaciones para la tesis final para finalmente publicarla en la biblioteca. Nos dimos la mano y los invite a mi fiesta. Sabía que no iban a venir pero me pareció correcto invitarlos. Los acompañé a la salida ya liberada de ese peso que me había acompañado todo el día, recuperando mi respiración y allí estaban mis compis tan nerviosos como yo hacía unos instantes. Les comunique mi buena noticia y poco después mi supervisor se acerco para preguntarme que tal habia ido. Yo le respondí otra vez muy fría por todo lo mal que me lo habían hecho pasar, me dio la enhorabuena sin mucho énfasis tampoco y se marcho.

Pero el día de emociones no había terminado todavía. Había convocado en menos de una hora a todos mis compis de trabajo para una comilona en el trabajo. Había traído jamón y queso manchego de España, entre otros embutidos y postres. Y como no, pa amb tomaquet. Por lo que no había tiempo que perder, o no estaría a tiempo para MI fiesta. Tenía que recuperarme de mi presentación y ponerme en marcha e ir a mi casa a coger toda la comida y prepararla para llevarla a la sala del trabajo donde se realizaría la fiesta. Y así lo hice. Yo sola no lo conseguiría. Ya me volvía a desesperar después del subidon del examen ahora me veía que no tendría tiempo de cortar el embutido y poner todo en platos, y sobretodo preparar el pan de pages con tomate, aceite de oliva y sal. Estaba en la cocina preparando todo desesperada, cuando de repente me vuelvo a encontrar dos de mis compis que habían venido a mi tribunal a ponerse manos a la obra para ayudarme. Y ahí estuvieron ayudándome a untar el pan con tomate, echarle su aceitico, y por encima su sal a toda prisa. En paralelo nos pusimos a cortar los embutidos, y ponerlos en platos. Así como los postres.  Entre los tres la faena fue mucho más simple y amena y una vez preparado enseguida lo llevamos corriendo a la sala donde se hacia la fiesta. Mil gracias !!!. Ya iba tocando la hora quedaba nada para que llegaran los invitados, era un correr que ya ni me acordaba del examen, ni del doctorado y volvía a estar de los nervios  pero esta vez nada que ver con mi doctorado sino que la fiesta tenía que estar preparada antes que empezaran a llegar todos. Ya era la hora,... y conseguido !!. Ya estaba todo preparado y como era de esperar empezaba a llegar la gente. Mil gracias chicos !!

La gente disfruto mucho del pan con jamón y del queso de mi tierra. Se iba llenando la sala y a medida que se llenaba la gente me iba felicitando. Mi corazón se iba tranquilizando. Había sido un día lleno de emociones, una montaña rusa !!. Y ahora tocaba disfrutar de mi fiesta. Estaba muy feliz la gente me felicitaba. Había gente que hable más ese día que cualquier otro. Eso si esta vez mi supervisor que estaba invitado también no apareció por no hablar de mi anterior supervisor que no me quería ni ver. Pero me daba igual lo más importante era que mis compis más cercanos estaban allí y no me falto ninguno. Me hizo muchísima ilusión compartir este momento con ellos. Pero el mejor momento estaba por llegar. Mi gorro de doctora apareció de la mano de una gran compañera. La tradición en mi lugar de trabajo es realizar  un gorro de doctorado hecho por los compis más allegados para cada estudiante que lo consigue. Y el mío, como no,  tenía que meter baza el porculero sino no estaba tranquilo. Pues imaginaros, me lo lleno de fotos de cristiano ronaldo que sabe que lo odio entre otros jugadores que hizo perder partidos a mi equipo en Champions y no eran santo de mi devoción.  Y no podía faltar Machupichu de la serie Aida que siempre le decía que el se parecía mucho y nos echábamos unas buenas risas. Para compensar me puso fotos de mi f.c barcelona, freiburg y de los backstreet boys. El pensaba que me enfadaría, y le hice un poco la ardilla cabreada para que estuviera contento, pero la verdad que me encanta !!. Aunque este mi peor enemigo en el futbol en el. Era mi gorro hecho para mí y no podía ser mejor. Además me querían comprar una chaqueta del barcelona pero como no sabían si iba a llegar lo que hicieron encima del sombrero fue doblar el dinero como si fueran camisetas del futbol y ponerlo en pinzas como si fuera un tenderete. Vaya detallazo !!. Aquel día fue el día mas feliz de mi vida. Es increíble decir que he podido pasar el mejor día de mi vida en la etapa que tan mal he pasado. Pero así fue aunque cueste creerlo. Yo estaba feliz con mi sombrero y me hacían fotos y fotos con él. me sentaron en una silla y seguían haciéndome fotos con mi amado sombrero que en un futuro se alojara en mi comedor el resto de mi vida. Y aunque aparezca personajes como ronaldo en mi gorro no podría gustarme más por lo que mi gorro simboliza. Además tiene imágenes mías de mis vivencias en friburgo, que eran parte de mi vida. No lo hubiera hecho mejor. Me encanta y mil gracias.

Para acabar el día fuimos a cenar a un restaurante cerca de casa con tres de mis compis. El subidon del momento ya había menguado por lo que fue una cena muy tranquila y amena que disfrute mucho en plan de relax. Después de cenar estaba agotada era tiempo de recuperar fuerzas y afrontar la recta final. Pronto vendrían mis padres a recogerme y tenía que hacer las modificaciones a la tesis antes de poder proclamarme oficialmente doctora en ingeniería. Por lo que aun no había terminado.

En  pocos días iban a llegar a mis padres. Se quedaban en mi casa por lo que me tocaba hinchar el colchón. Nunca imagine que en una habitación tan pequeña cupiéramos tres personas. Pero el poder es querer y otra vez ese colchón hizo su función. Convirtió una habitación que casi no cavia una persona en un espacio para tres personas. Cada día que pasaba estaba más feliz aunque estaba muy atareada por acabar la tesis lo antes posible porque no quería que se retrasara mi marcha. Mi corazón volvía a acelerarse cada día  mas a medida que se acercaba la última visita de mis padres que me llevaría a mi casa definitivamente. Muchas cosas habían pasado desde que me trajeron mis padres hacia 3 años y 6 meses y si soy sincera estaba deseando volver a mi casa. Por fin llego ese día, y allí estaban mis padres con la furgoneta que me llevaría a mi hogar. Se me caían las lagrimas de emoción. Había soñado tanto con ese día que no lo podía creer. Desgraciadamente no tuvimos tiempo para mucho turismo. Tenía que acabar la dichosa tesis para llevarme el titulo a mi casa. Por lo que mis padres se tuvieron que comer toda la mudanza pobres. Les toco meter todo en cajas y desmontar los muebles. El trabajo duro una semana y no fue fácil. Tampoco podíamos dejar todo en el coche por tema de robo. Y yo mientras seguía yendo a mi oficina para acabar la tesis hasta que por fin mi supervisor dio el visto bueno. Que alegría ahora faltaba el ultimo protocolo que me dio la copia del título compulsada. El original ya iría a buscarlo  meses después en la fiesta de graduacion pero con la copia compulsada ya me podía marchar a mi casa tranquila sin problema alguno y usarlo como si el original fuera. Ya mis padres tenían todo listo por lo que pudimos visitar el zoo, el botánico, y una cenita de despedida con mis compis más cercanos que fue muy divertida y como siempre no me fallaron e hicieron sentir a mis padres como en casa. No pudimos visitar mucho más porque ya teníamos que dejar la habitación pronto ya que solo hicieron una extensión para que pudiera vaciar la habitación. Por lo que después de dos días intensos metiendo cajas en el coche y dejando la casa como una patena (bueno eso fue mi madre que es una hacha) ya teníamos todo preparado para partir. La señora Wurster que subió para ver cómo estaba la habitación y coger las llaves le dio mil gracias a mi madre de lo limpia que la había dejado. Mi madre estaba como un niño con un muñeco nuevo pues a todo el mundo le gusta que le digan que hacen bien las cosas y desgraciadamente nosotros no se lo decimos mucho. Ya estaba las llaves dadas, la casa inspeccionada, ya solo quedaba meternos en la furgoneta. Pero cómo?? Estaba llena de cajas no cabía un alfiler. Mi madre que es mas chiquita se puso detrás como pudo no sé como aguanto la pobre. Se quedo encajada entre caja y caja pobreta todo el viaje. Ni siquiera la veíamos desde los asientos de alante. Si es que se merece un monumento. Y yo fui de copilota con mi padre. Tal como fue la ida hace mas de 3 años, la ruta no fue sin incidentes por suerte fueron más bien anécdotas que otra cosa. Mi padre se había comprado un gps y tenía ganas de estrenarlo y no pudo escoger un trayecto más corto.  Quería ver si podía encontrar una ruta mas rápida que la que acostumbramos a coger. Con la casualidad que lo estrenaba ese día, con un viaje de 12 horas aproximadamente. Pusimos ruta con menos kilometros, pero como cualquiera sabe ruta con menos kilómetros no equivale a ruta mas rápida. Por lo que nos encontramos en todos los pueblos de Francia al pasar frontera con Alemania a 20 kilómetros por hora. Estuvimos debatiendo si era esa la ruta rápida, porque ibamos a paso de tortuga recorriendo pueblos pero depues de 2 horas sin haber avanzado hacia nuestro destino envió el gps a tomar por saco y seguimos la ruta de siempre. La cosa empezó a avanzar y ya nos dirigíamos por fin a Lion, mitad de camino. Para nuestra sorpresa se baja la ventanilla, en pleno febrero. La intenta mi padre subir en marcha pero nada no hay manera. El frio empieza a aumentar dentro del coche por no decir el viento en la cara que era muy molesto. Lo vuelve a intentar y nada se baja otra vez. Ya estábamos cabreados entre el gps que nos ha tenido dos horas recorriendo pueblos poco turísticos franceses y otras tantas para salir de ahí a carretera, el cansancio del viaje que ya llevábamos unas cuantas horas y ahora la dichosa ventanilla. Mi padre ya enfadado con el viajecito busca y se para en una zona de servicio para mirarlo. Sacamos a mi madre encallada a lo tetris para que estire las piernas y mi padre se pone a mirar la ventana. La intenta subir sin éxito. Por lo que nos toco hacerle una apaño a la ventana con plástico para que aguante. No era algo permanente pero para el viaje serviría. Ya habíamos perdido bastante tiempo a Barcelona entre parón y parón a la zona de servicio. Por suerte ya no hubo ningún percance mas ya habíamos tenido bastantes para explicar en casa.

Después de 15 horas de un viaje con sus anécdotas allí estaba mi casa. Que alegría ver a mis abus, les explique mis ultimas peripecias desde que hable con ellos por skype y mi padre le conto  lo de la ventana y su experiencia durante viaje. No son de viajar mucho por lo que también querían explicar sus vivencias a su manera y los escuchábamos con ilusión. Ya después de la emoción del reencuentro con mis abuelos viene el cansancio del viaje, y no solo del viaje sino de la liberación de todas las emociones de los últimos días que no fueron pocas. necesitaba descansar por lo que tocaba reencontrarme con mi amada cama que allí seguía como siempre !!. Nada había cambiado. Todo seguía igual. Mi casa, mi hogar.

Y no podía terminar el final de mi etapa de doctorado como muchas películas sin final, así sin dar unas palabras profundas, una reflexión. Todas las vivencias vividas no he exagerado ni un ápice aunque no os lo creáis. pero aun pasándolo así de mal, tengo muy buenos recuerdos. He conocido mucho mundo. He estado en Australia, Japón, UK, Canadá, USA, Bruselas, México, Asturias, Granada... creo que he perdido la cuenta de todos los sitios que he ido. He conseguido lo que fui a buscar mi doctorado superando todos los obstáculos habidos y por haber y he conocido unos compis que siempre estarán en mis recuerdos y allí me ayudaron mucho e hicieron que mi vida no fuera un infierno total. Por lo que si alguien me pregunta si pudieras volver atrás aceptarías otra vez el doctorado en Alemania?. Mi respuesta es un sí rotundo porque independientemente de los malos tratos vividos, he aprendido mucho de la experiencia vivida. No soy la misma persona que marche, aquella niña tonta manipulable a la que quería que todo el mundo le cayera bien. Se puede decir que Alemania me hizo la mujer que soy ahora. Me hizo mucho más fuerte, mas luchadora, menos permisiva... Si eso es bueno o no, no lo sé pero el tiempo lo dirá. Hay un dicho que dice que cada persona se hace por sus decisiones. Y para mi nunca ese dicho ha sido tan acertado.

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