El cuarto día estaba más nerviosa de lo habitual, no sólo porque la aventura estaba a punto de acabarse sino porque no había conseguido lo que más ansiaba desde los 12 años que empecé a seguir a los BSB, una foto con Nick. Como no pensaba bajarme del barco sin conseguir una foto con él, empecé a preparar estrategias. Vamos a seguir la operación hamburguesa, le decía a mi compañera Ariadna mientras subíamos en ascensor a la planta de los restaurantes a almorzar. La operación consiste en cuando este comiendo su hamburguesa cogerlo en banda para que se haga una foto con nosotras. Como la mayoría del ascensor entendía español, podías ver una sonrisa dibujada en cada cara como diciendo que loca está. Pero me daba igual, mi operación hamburguesa tenía que funcionar.

Seguimos nuestro tour para buscar una mesa y al próximo boy que nos encontramos fue a Brian que iba con su bonita familia cada uno con su bandejita en la cola del desayuno. Como le estábamos grabando tenía que hacer una de sus gracias sino no sería él y se puso el plato y la bandeja en la cabeza. Vuelve a dejar el plato en la bandeja y se pone las manitas en la cara como si fuera un niño avergonzado. ¡Qué dulce por favor!. Y de repente nos empieza a hacer muecas y a dar vueltas sobre sí mismo para que lo pudiéramos fotografiar todas, aunque a esa velocidad no sé yo. ¡Qué hartón de reír nos pegamos de buena mañana con este hombre, si es que es la alegría personificada!.

De ahí ya nos fuimos al photo session a hacernos una foto con los chicos, a mí me tocó detrás de Nick al lado de A.J por lo que tuve suerte de haberme hecho la individual con él porque si no me quedo sin foto con él, aunque ¿y qué?, para lo simpático que es conmigo. Si es que me tiene… eso sí luego me enseña el torso y se me olvida todo. Ayns… a la salida las chicas le iban dando la mano, él las sostenía y las soltaba. A mí me la tuvo cogida hasta que el guardaespaldas dijo que ya nos teníamos que ir. Tenía la mano muy cálida, y yo creo que mantuvo mi mano como forma de pedirme perdón por su reacción desmesurada. A mi menos manos y más torso ejeje. ¡Nah! eso lo pensé porque estaba cabreada con él y después de la excursión de Cozumel estaba como las del yahoo, más referencias capítulos 2 y 3 ;)

Volví a las piscinas y como hacía un frio que pelaba porque ya habíamos llegado a Miami nos fuimos al jacuzzi de la zona cubierta que la acababan de cerrar y allí estuvimos durante el resto de la tarde. ¡Anda que ya podría apuntarse el rubio, prometo no sacar la cámara!.
Cuando acabamos de cenar, ¿a que no sabéis a quien nos encontramos?. Si, si a Howie, de nuevo nos esperaba recién cenadito para hacerse una foto con nosotras. ¡Si es que es majísimo este niño!. Después de hacernos la tercera y última foto con Howie, y porque no habían más días sino… nos fuimos al ascensor y después de que una bruja me dijera que el vestido era precioso pero que ya lo había llevado por la mañana, será petarda, me preparé para el concierto y me puse la camiseta de BSB que me había comprado que por cierto una de mis compis dijo que eran fifteen (15) y de fifteen nada, fifty, 50 euracos la camiseta y encima parece que se vaya a romper. Pues nada, ya volvía a estrenar ropa. Es que como saben que seré la futura novia del Carter sino estreno vestido cada dos por tres no están contentas. Se podrán quejar que llevaba hasta 3 modelitos por día.
El concierto fue buenísimo, quizás no tan espectacular como el de Madrid debido a que el de Madrid era un escenario normal y podían hacer más efectos especiales. Pero a mi parecer este fue más íntimo, más acogedor y más divertido. Hicieron los videos individuales igual pero las canciones las acortaron un poco haciendo dos canciones en una. Pero a cambio bajaron más del escenario, sobretodo Nick que aquí sí que estuvo activo. Además Nick subió a una chica que cantó y sobretodo bailó espectacularmente en el karaoke. Y para mí lo más emocionante fue cuando un chico le pidió matrimonio a su novia. Y lo más importante le dijo que sí. Ya ves, nena si con el Nick no hay nada que hacer, sino te vas a quedar para vestir santos, sino mírame a mí. Lo dicho fue muy acogedor, y disfrute muchísimo, bailé y grité de lo lindo. Se ve que la petarda que se sentaba al lado, no compartía la misma opinión porque no paró de quejarse, que si era mejor el de Madrid, que si vaya porquería, si porque gritaran las fans. No se podría haber quedado en su casa, ahí seguro que no grita nadie, bueno ella, que pedazo vozarrón tenía. ¡Qué petarda por dios!.
Cuando acabó el concierto fuimos rápidamente a la cola de información para acabar de pagar los gastos del barco. Mientras la fiesta de Black and Blue, el último evento del crucero ya había empezado en la cubierta del piso 9 como todas las demás fiestas. Y resulta que la que había en recepción más mala no podía ser, porque hizo una cola de padre y señor mío. Después de casi una hora en cola, nos fuimos para la fiesta. Cuando vemos que todas las fans salen corriendo. Encontramos las chicas de México y nos dicen corred que los chicos van a ir a club. ¿Cómo?. Que si, que sí que lo acaban de decir. Salimos todas corriendo hacía la disco del barco, nos pillamos un sitio y nos lo aclaran. Pues se ve, que como estaba lloviendo y hacía un viento que pela, quien diga que en Miami hace calor en invierno me lo como, pues que habían decidido hacer el evento en el club. Pues nada a los 10 minutos llegan. Hicieron como una zona vip, en la que no vi nada, porque se pusieron cuatro delante y ahí no veía nadie. Nick estaba allá con una especie de ballena. Entre que no veo de noche y las que estaban encima de las sillas no podía distinguir mucho más por lo que me volví a sentar en mi mesa. Iba yendo y viniendo y por lo que se ve Nick llevaba una cogorza de padre y señor mío y a todos los que pasaban les daba algún beso. Ya me lo podía dar a mí. Unas cuantas horas después salió A.J a la zona de pinchar música y pinchó alguna que otra canción. Pero como no se dejaban ver mucho con beber ya tenían bastante yo a las 4.00 de la mañana ya me fui a dormir que al día siguiente a las 9.00 llegábamos a Miami y había que desembarcar. Por lo que después de ese momento ya podemos dar la aventura BSB por acabada, aunque muy satisfecha puedo decir.
Al día siguiente a las 8.30 ya nos levantamos y pillamos un taxi a mi hotel para dejar las maletas. A medida que iba dejando el barco atrás, un vacio se apoderó en mí que iba hacia un lado y hacía el otro, bueno esto último eran los síntomas del barco. Y lo bueno que cuando zarpas en el barco de los BSB no es fácil bajarte por lo que una parte de ti sigue allí comiendo con ellos, riendo con ellos y hasta cabreándome con el que yo me sé. Han sido los 4 días mejores de mi vida, y espero repetirlo muy pronto porque cuando te embarcas en esta aventura no te quieres bajar nunca. ¡Bon voyage!