Después de mucho esperar llegaba el día de mi estancia en UK de dos meses de duración pero no sin antes pasar por una escuela de verano de visión por computador en París. El viaje por Paris fue de los más divertido conocí gente de México la más de maja y como no al autor del algoritmo que estoy usando por lo que aproveché para hacer unas cuantas preguntas. Las clases fueron muy agotadoras pero como compensación nos llevaron en barco por el Sena y nos dieron de cenar a bordo y al terminar discoteca y barra libre. Fue una fiesta muy entretenida y reímos mucho salvo que un compañero bebió más de la cuenta y cuando terminó la fiesta salimos otra vez bajo la torre Eiffel toda iluminada y mientras yo hablaba y hablaba al ver la torre Eiffel se emocionó y me "inclinó" delante de la mitad de los estudiantes y profesores. Yo salí corriendo entre mis compañeros pero me lo tomé con humor. Pues no a todo el mundo lo inclinan junto la torre Eiffel.
Al día siguiente había clase fue un día de lo más largo pero ya terminaba por fin porque era agotador tantas horas. Me di cuenta que la reserva de tren de vuelta no estaba correcta. Me puse en contacto con la clínica y me aseguraron que todo estaba perfecto. Volví a insistir y pareció que se ofendían por lo que lo dejé correr.
Me despedí de mis compañeros y ya me marché a la estación de tren de camino de vuelta a mi amado pueblo Freiburg. Seguía mirando la reserva y algo no me cuadraba y al llegar a Strasbourg supe porque. El tren de Offendung que me llevaba a Freiburg salía antes que yo llegara a Strasburg por lo que cuando llegué ya se había ido. Miro cuando es el próximo tren a Freiburg y era a las 5 de la mañana !!. Y al día siguiente debía preparar la maleta para marcharme a UK no tenía tiempo que perder y si pensaban que iba a hacer noche en Strasbourg iban listos. Estuve discutiendo con la de taquilla que la pobre era estúpida con ganas pero en el fondo ella no tenía culpa si no los lumbreras de la clínica. Mira que les avisé. En fín, tenía que buscar una solución no me iba a quedar ahí. Estaba cansada y no me apetecía buscar un hotel y salir al día siguiente de madrugada por lo que pregunté a los taxis cuanto me cobrarían para ir a Freiburg. El taxista me dijo que según el taxímetro eran 180 euros que por cierto lo cuadró pero que preguntaría a su jefe si me podía hacer precio especial. Y el jefe muy amable me dio un precio la más de aceptable 130 euros menos de lo que me hubiera costado una noche de hotel más otro billete de tren por lo que acepté y en una hora ya estaba en Freiburg y directa a la puerta de mi casa, por lo que al final me salió bien la jugada !!. Una vez en casa escribí a la clínica que como tal les había avisado me había quedado tirada que quería el importe del taxi lo antes posible, de lo que estuvieron totalmente de acuerdo. Por lo que en eso no hubo problema, total el dinero de la beca es mío.
Al día siguiente preparé la maleta y limpié bien mi habitación para dejar todo recogido y el domingo ya salí para Nottingham. La supervisora me trató estupendamente y fue de gran ayuda. La gente se portaba muy bien conmigo y eran muy amables. Eso sí, vigilad si sacáis un mapa porque pueden aparecer gente por todas partes para asegurarse de que no estás perdido. El alojamiento era una habitación con cama king size para estirarme bien pancha y además tenía baño y cocina. La cocina era muy limitada tenía un microondas con grill, una nevera, una pica para lavar los platos y poco más. Cuando entré me encontré un pollo pegado en el refrigerador al ver que no podía sacarlo pedí explicaciones a recepción y me cambiaron de habitación. Esta se veía muy limpia y más grande. Me encantaba, tenía mesa y sofá y todo lo que necesitaba para mi estancia.
Además de trabajar duro cada fin de semana preparaba mi mochila y me iba a visitar alguna ciudad de los alrededores. La primera semana fui a Londres justo cuando hubo el atentado del chico moreno y se desencadenaron los riots en la calle. Afortunadamente no me enteré de nada hasta que volví a Nottingham que fue cuando mis padres me avisaron asustados por si me había pasado algo. Por lo que se ve las dos primeras semanas las rehiertas se fueron extendiendo por todo UK, incluido Nottingham. Muchas tiendas sobre todo las de Victoria Center tenían los cristales rotos, y los dueños protegían los cristales con láminas de madera. Afortunadamente la policía los frenó rápidamente y poco a poco fue todo volviendo a la normalidad.
Pero ninguna rehierta me freno en mis viajes. Estuve en York, Warwick, Bath, Stonnage y muchos otros lugares. Fue una gran experiencia y todo parecía perfecto hasta que a mediados de septiembre la recepcionista se dirige a mí y me pide que deje la habitación esa misma tarde porque estaban completos y los que se quedaban el semestre completo tenían preferencia. Yo ese tema ya lo sabía porque en un principio sólo me aseguraron mi estancia mes y medio pero al final me dijeron que me podía quedar a cambio de meterme en una habitación de minusválidos sucia y destartalada y llena de cuerdas y sostenedores.
A aquellas alturas que los estudiantes estaban llegando era muy complicado encontrar algún sitio disponible y menos en un mismo día que tenía que ir a trabajar. Le dije medio llorando a la recepcionista que no tenía donde ir por lo que me dijo que podía ir a su casa. ¿Qué más podía hacer?. Por lo que accedí y envió a alguien para que me recogiera mis cosas de la habitación y las pusiera en su coche.
Cuando acabé de trabajar la recepcionista me vino a buscar en coche y me suelta menos mal que te he encontrado esta mañana porque tenía que echar a alguien y he pensado en ti. Ya podéis imaginar cómo me sentí en ese momento. Esto es cuestión de negocios, me explica el siguiente estudiante tenía que pagar todo el mes y a ti sólo te quedaban las dos semanas de extensión. En ese momento me sentí herida. Pensé que me había acogido para ayudarme para no verme en la calle pero ya vi que nada que ver. Justo después me dice ¿210 euros te va bien? es mucho más barato que en la residencia así ahorras. Y si me quedaba alguna duda ya vi por donde iba los tiros no sólo maximizaba los beneficios de la residencia si no los de su propio bolsillo. Aunque me sentí mal por sus palabras no hice más que asentir. No tenía otra opción y para dos semanas que me quedaban no tenía ganas de ponerme a buscar casa y mudarme otra vez por lo que me aguanté como siempre. Cuando llegamos me dio la llave y me presentó a su mamá y a su hijo. Su mamá era una predicadora nata, siempre hablaba de religión y como los pecadores serán juzgados en el juicio final. Yo la escuchaba con interés, me recordaba a las mujeres predicadoras de la tele que se pasan los domingos en la iglesia por lo que sentía curiosidad. Era muy buena mujer siempre que podía me preparaba la cena o cuando salía de excursión siempre me preparaba mi chocolatina, mi bolsa de pataticas y una bebida isotónica para que me diera energía. Con su hija al final también acabamos haciendo migas, me lavó la ropa y me llevaba por las mañanas en coche a la residencia porque yo tenía la facultad de informática justo al lado.
Por lo que al fin al cabo no estuve mal a pesar que vivían un poco lejos. Salvo el encontronazo inicial que me supo muy mal, no estuve mal y se portaron muy bien conmigo. El penúltimo día de mi estancia en Nottingham la madre de la recepcionista me compró unos calcetines con la bandera inglesa que aún conservo y que hicieron que se me cayera alguna que otra lágrima. La recepcionista se ofreció a llevarme a la estación al día siguiente que debía partir ya para Freiburg pero yo ya había reservado un taxi por lo que a las 6.00a.m la recepcionista se levantó a despedirse y nos tomamos un último café antes de que llegara el taxi que me llevó a la estación fin de mi estancia en Inglaterra. No pude evitar que se me humedecieran los ojos mientras me alejaba al fin al cabo me habían tratado como una más. Además no tenía ningunas ganas de volver a esa monotonía que me invade en Alemania pero era inevitable y cada vez me alejaba más y más para volver a mi realidad. Los dos meses habían terminado. Despierta!!
Al día siguiente había clase fue un día de lo más largo pero ya terminaba por fin porque era agotador tantas horas. Me di cuenta que la reserva de tren de vuelta no estaba correcta. Me puse en contacto con la clínica y me aseguraron que todo estaba perfecto. Volví a insistir y pareció que se ofendían por lo que lo dejé correr.
Me despedí de mis compañeros y ya me marché a la estación de tren de camino de vuelta a mi amado pueblo Freiburg. Seguía mirando la reserva y algo no me cuadraba y al llegar a Strasbourg supe porque. El tren de Offendung que me llevaba a Freiburg salía antes que yo llegara a Strasburg por lo que cuando llegué ya se había ido. Miro cuando es el próximo tren a Freiburg y era a las 5 de la mañana !!. Y al día siguiente debía preparar la maleta para marcharme a UK no tenía tiempo que perder y si pensaban que iba a hacer noche en Strasbourg iban listos. Estuve discutiendo con la de taquilla que la pobre era estúpida con ganas pero en el fondo ella no tenía culpa si no los lumbreras de la clínica. Mira que les avisé. En fín, tenía que buscar una solución no me iba a quedar ahí. Estaba cansada y no me apetecía buscar un hotel y salir al día siguiente de madrugada por lo que pregunté a los taxis cuanto me cobrarían para ir a Freiburg. El taxista me dijo que según el taxímetro eran 180 euros que por cierto lo cuadró pero que preguntaría a su jefe si me podía hacer precio especial. Y el jefe muy amable me dio un precio la más de aceptable 130 euros menos de lo que me hubiera costado una noche de hotel más otro billete de tren por lo que acepté y en una hora ya estaba en Freiburg y directa a la puerta de mi casa, por lo que al final me salió bien la jugada !!. Una vez en casa escribí a la clínica que como tal les había avisado me había quedado tirada que quería el importe del taxi lo antes posible, de lo que estuvieron totalmente de acuerdo. Por lo que en eso no hubo problema, total el dinero de la beca es mío.
Al día siguiente preparé la maleta y limpié bien mi habitación para dejar todo recogido y el domingo ya salí para Nottingham. La supervisora me trató estupendamente y fue de gran ayuda. La gente se portaba muy bien conmigo y eran muy amables. Eso sí, vigilad si sacáis un mapa porque pueden aparecer gente por todas partes para asegurarse de que no estás perdido. El alojamiento era una habitación con cama king size para estirarme bien pancha y además tenía baño y cocina. La cocina era muy limitada tenía un microondas con grill, una nevera, una pica para lavar los platos y poco más. Cuando entré me encontré un pollo pegado en el refrigerador al ver que no podía sacarlo pedí explicaciones a recepción y me cambiaron de habitación. Esta se veía muy limpia y más grande. Me encantaba, tenía mesa y sofá y todo lo que necesitaba para mi estancia.
Además de trabajar duro cada fin de semana preparaba mi mochila y me iba a visitar alguna ciudad de los alrededores. La primera semana fui a Londres justo cuando hubo el atentado del chico moreno y se desencadenaron los riots en la calle. Afortunadamente no me enteré de nada hasta que volví a Nottingham que fue cuando mis padres me avisaron asustados por si me había pasado algo. Por lo que se ve las dos primeras semanas las rehiertas se fueron extendiendo por todo UK, incluido Nottingham. Muchas tiendas sobre todo las de Victoria Center tenían los cristales rotos, y los dueños protegían los cristales con láminas de madera. Afortunadamente la policía los frenó rápidamente y poco a poco fue todo volviendo a la normalidad.
Pero ninguna rehierta me freno en mis viajes. Estuve en York, Warwick, Bath, Stonnage y muchos otros lugares. Fue una gran experiencia y todo parecía perfecto hasta que a mediados de septiembre la recepcionista se dirige a mí y me pide que deje la habitación esa misma tarde porque estaban completos y los que se quedaban el semestre completo tenían preferencia. Yo ese tema ya lo sabía porque en un principio sólo me aseguraron mi estancia mes y medio pero al final me dijeron que me podía quedar a cambio de meterme en una habitación de minusválidos sucia y destartalada y llena de cuerdas y sostenedores.
A aquellas alturas que los estudiantes estaban llegando era muy complicado encontrar algún sitio disponible y menos en un mismo día que tenía que ir a trabajar. Le dije medio llorando a la recepcionista que no tenía donde ir por lo que me dijo que podía ir a su casa. ¿Qué más podía hacer?. Por lo que accedí y envió a alguien para que me recogiera mis cosas de la habitación y las pusiera en su coche.
Cuando acabé de trabajar la recepcionista me vino a buscar en coche y me suelta menos mal que te he encontrado esta mañana porque tenía que echar a alguien y he pensado en ti. Ya podéis imaginar cómo me sentí en ese momento. Esto es cuestión de negocios, me explica el siguiente estudiante tenía que pagar todo el mes y a ti sólo te quedaban las dos semanas de extensión. En ese momento me sentí herida. Pensé que me había acogido para ayudarme para no verme en la calle pero ya vi que nada que ver. Justo después me dice ¿210 euros te va bien? es mucho más barato que en la residencia así ahorras. Y si me quedaba alguna duda ya vi por donde iba los tiros no sólo maximizaba los beneficios de la residencia si no los de su propio bolsillo. Aunque me sentí mal por sus palabras no hice más que asentir. No tenía otra opción y para dos semanas que me quedaban no tenía ganas de ponerme a buscar casa y mudarme otra vez por lo que me aguanté como siempre. Cuando llegamos me dio la llave y me presentó a su mamá y a su hijo. Su mamá era una predicadora nata, siempre hablaba de religión y como los pecadores serán juzgados en el juicio final. Yo la escuchaba con interés, me recordaba a las mujeres predicadoras de la tele que se pasan los domingos en la iglesia por lo que sentía curiosidad. Era muy buena mujer siempre que podía me preparaba la cena o cuando salía de excursión siempre me preparaba mi chocolatina, mi bolsa de pataticas y una bebida isotónica para que me diera energía. Con su hija al final también acabamos haciendo migas, me lavó la ropa y me llevaba por las mañanas en coche a la residencia porque yo tenía la facultad de informática justo al lado.
Por lo que al fin al cabo no estuve mal a pesar que vivían un poco lejos. Salvo el encontronazo inicial que me supo muy mal, no estuve mal y se portaron muy bien conmigo. El penúltimo día de mi estancia en Nottingham la madre de la recepcionista me compró unos calcetines con la bandera inglesa que aún conservo y que hicieron que se me cayera alguna que otra lágrima. La recepcionista se ofreció a llevarme a la estación al día siguiente que debía partir ya para Freiburg pero yo ya había reservado un taxi por lo que a las 6.00a.m la recepcionista se levantó a despedirse y nos tomamos un último café antes de que llegara el taxi que me llevó a la estación fin de mi estancia en Inglaterra. No pude evitar que se me humedecieran los ojos mientras me alejaba al fin al cabo me habían tratado como una más. Además no tenía ningunas ganas de volver a esa monotonía que me invade en Alemania pero era inevitable y cada vez me alejaba más y más para volver a mi realidad. Los dos meses habían terminado. Despierta!!
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